El mundo es una posada, y la muerte el final del viaje.
John Dryden
En 1953 había dos formas para que un niño católico irlandés de impresionar a sus padres: ser sacerdote o asistir a Notre Dame.
La libertad solo existe en el mundo de los sueños.
El mar, que para la mirada humana no es nunca tan bello como el cielo, no nos abandonaba.
Equivocarse es una opción acá. Si las cosas no están fallando, no estás innovando lo suficiente.