Pierre Corneille: Oh, qué dulce es a la piedad ...

Oh, qué dulce es a la piedad el destino de un enemigo que ya no nos amenazan!
Pierre Corneille
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¿Los pobres serían lo que son, si nosotros fuéramos lo que debiéramos ser?
Todas las clases de otras mentiras se difunden hoy en día, no sé qué más van a inventar. He oído decir que soy de origen judío, pero he encontrado, yo sabía de mis antepasados ??en Zagorje desd...
Los intentos de superar esa dualidad, de domesticar lo díscolo y domeñar lo que no tiene freno, de hacer previsible lo incognoscible y de encadenar lo errante son la sentencia de muerte del amor.

..la mente que piensa conserva la integridad del ser, al que es muy difícil arrastrar hacia donde van los que no piensan.