Cooperantes de la verdad.
Benedicto XVI
El destino se abre sus rutas.
El golpe esperado resulta menos duro
No seguir las ideas de los demás, pero aprender a escuchar la voz dentro de ti mismo. Su cuerpo y su mente se aclararán y se dará cuenta de la unidad de todas las cosas.
Temen algunas mujeres la soledad de la viudez. No supieron ver que su vida tampoco fue descifrada por el marido. Y que la verdadera serenidad viene casi siempre del monólogo