Henri-Frédéric Amiel: Temen algunas mujeres la soled...

Temen algunas mujeres la soledad de la viudez. No supieron ver que su vida tampoco fue descifrada por el marido. Y que la verdadera serenidad viene casi siempre del monólogo
Henri-Frédéric Amiel
Temáticas Relacionadas
Más frases

Yo quiero tener una família en algún momento. También quiero adoptar. No siento la presión de tener hijos, porque sé que hay muchos por ahí.
Mientras estamos siendo fascinados por los cuentos de los asesinos en serie famosos y cómo fueron llevados ante la justicia, el asesino en serie reales va a lo suyo sin apenas un pensamiento a ser ca...

Dicen que lo mejor para ocultar una gran mentira es rodearla de numerosas mentiras pequeñas.
Ni siquiera puedo explicar lo terrible que se siente, que yo comparo a salir con una mujer con la pena, la vergüenza, la culpa, la decepción, el reproche, la amonestación, la persecución. Es una p...