¿Humillarse uno para herir su soberbia?.
Friedrich Nietzsche
En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.
Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor.
El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tab...
¡Cuando retornes no olvides mi casa, golondrina que emigras!.