Hasta la raíz más pequeña encuentra su leñador.
Proverbio árabe
Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarra...
Muchas sutilezas despojan de sus bríos a la razón.
Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.
A fuerza de villano, hierro en mano.