Serena la luna alumbra en el cielo, domina en el suelo profunda quietud; ni voces se escuchan, ni ronco ladrido, ni tierno quejido de amante laúd.
José De Espronceda
Repetido En Las Cajas de Las
repeticiones, mis vacíos
martini, otra vez el sol.
Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.
He perdido la comodidad de la ignorancia.
La admiración por los libros me llevó a escribir. Yo admiraba a la gente por transferencia.