He leído con frecuencia que las palabras traicionan al pensamiento, pero me parece que las palabras escritas lo traicionan todavía más.
Marguerite Yourcenar
FÍGARO- (...) Ser tomado por su hijo
Vi la oportunidad de utilizar un restaurante para identificar muchos de mis problemas y preocupaciones con ser un inmigrante en Estados Unidos, Asia y en América, y un joven en América.
Por otra parte, ya hemos establecido, como haremos de nuevo más adelante, que fuera de Dios no existe absolutamente nada y que él es una causa inmanente.
Mañana...tal vez las armas no serán más que palabras. Las palabras más abundantes, las más rápidas o las últimas. Mire por la ventana. Dígame qué ve.