La raza de los hombres es celosa; sus brasas son brasas de fuego.
Homero
El día no se rompe, es mi corazón.
Y a la vez un temor de al fin saberlo.
La presente carta es muy larga, simplemente porque no tenía tiempo libre para hacerlo más corto.
Si uno rige su vida por el sentido común, ¿Cómo puede dejar de ser profundo?