El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; dondequiera que estemos, está también nuestro aprendizaje.
William Shakespeare
El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.
El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabiduría, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa ¿ que culpa tengo yo de que las dos...
Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo.
Demos bastante si queremos conseguir mucho.