No contemples las faltas de los otros, sino sus virtudes, y piensa en tus propios defectos y debilidades.
Santa Teresa de Jesús
Tal vez es como ser uno con el cigarro. Se pierde a sí mismo en ella, todo se desvanece: sus preocupaciones, sus problemas, sus pensamientos. Se desvanecen en el humo y el cigarro y están en paz.
Las plegarias no aran; las alabanzas no maduran.
Había llegado a Madrid cargado de expectativas, esas sabandijas traicioneras que transcurren en dirección contraria a la realidad. Lo cierto es que yo quería ajustar cuentas con la vida reviviendo ...
No debe tolerarse que se formen malos hábitos.