Frases de Santa Teresa de Jesús

Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.

Esta fuerza tiene el amor si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos.

Las mujeres no necesitan estudiar a los hombres, porque los adivinan.

Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.

Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.

La vida es una mala noche en una mala posada.

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.

La verdad padece, pero no perece.

Tengo experiencia en lo que son muchas mujeres juntas. ¡dios nos libre!.

No son buenos los extremos aunque sea en la virtud.

De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor.

Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.

Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta.

Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios.

Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte.

La tierra que no es labrada llevará abrojos y espinas aunque sea fértil; así es el entendimiento del hombre.

He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz.

¡Ay que larga es esta vida! / ¡qué duros estos destierros! / ¡esta cárcel, estos hierros / en que el alma está metida! / Solo esperar la salida me causa dolor tan fiero, / que me muero porque no...

Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden.