Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.
Santa Teresa de Jesús
Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.
El arte de la expresión no me apareció como un oficio retórico, independiente de la conducta, sino como un medio para realizar plenamente el sentido humano.
Amistad de juerga no dura nada.
El pecado ofende a Dios lo que perjudica al hombre.