¡Cuan triste es, Dios mío, la vida sin ti!
Parezcámonos en algo a nuestro Rey, que no tuvo casa, sino en el portal de Belén adonde nació y la cruz adonde murió
Cualquier persona que verdaderamente ama a Dios viaja segura.
Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; más no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo
El que quiere conseguir todo debe renunciar a todo
Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz.
El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos.
En la cruz esta la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo.
Use siempre hacer muchos actos de amor, porque encienden y enternecen el alma.
Siempre he visto en mi Dios harto mayores y más crecidas muestras de amor de lo que yo he sabido pedir ni desear.
Queda la sensación de que Dios está en el camino, también.
Hay que agotar todos los esfuerzos antes de quejarse
La perfección verdadera es amor de Dios y del prójimo.
Que nada te traume, que nada te turbe, todo se pasa, solo Dios basta.
Es imposible... Tener ánimo para cosas grandes, quien no entiende que está favorecido de Dios.
No contemples las faltas de los otros, sino sus virtudes, y piensa en tus propios defectos y debilidades.
El amor de Dios no ha de ser fabricado en nuestra imaginación, sino probado por obras.
El amor de Dios se adquiere resolviéndonos a trabajar y a sufrir por Él.
Pocos son los que se tienen por desgraciados, si no es comparándose con los más dichosos.
Mira que el amor es fuerte, vida, no me seas molesta; mira que solo te resta, para ganarte, perderte.