Lee y conducirás, no leas y serás conducido.
Santa Teresa de Jesús
Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.
No se elogia, en general, sino para ser elogiado.
Mi trabajo es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande.
Modestamente, la televisión no es culpable de nada. Es un espejo en el que nos miramos todos, y al mirarnos nos reflejamos.