Aunque somos nuestro propio tiempo, a veces somos el tiempo de otros y otros son nuestro tiempo, a veces sin quererlo, a veces queriendo, a veces durmiendo, a veces despiertos.
Doménico Cieri Estrada
Un dedo no hace mano, pero sí con sus hermanos.
No se pueden pedir peras al olmo.
Los modales corteses hacen que el hombre aparezca exteriormente tal como debería ser en su interior.
Para que el amor sea verdadero, nos debe costar. Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos.