Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
Publio Siro
Nada se puede aceptar de un malvado, so pena de envilecerse.
Dios favorece al hombre alegre.
No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo.
Tuyo haces el vicio que a tu amigo disimulas.