Amistad que acaba no había comenzado.
Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
Querer llegar a ser bueno es
gran parte de la bondad.
El hombre que no sabe callar tampoco
sabe hablar.
No es suficiente que un hombre tenga el deseo de matar para que la muerte se transforme en un valor.
Perdona siempre a los demás, nunca a ti mismo.
La absolución del culpable es la condena del juez.
Todo vicio trae siempre su consiguiente excusa.
Un compañero alegre te sirve casi de vehículo durante el viaje.
¿Quieres tener un gran imperio?, impera sobre ti mismo.
El que sabe vencerse en la victoria es dos veces vencedor.
Tan malo es no creer a nadie
como creer a todos.
La lengua maldiciente es indicio de mal corazón.
Donde hay concordia siempre hay victoria.
Es más cruel temer a la muerte que
morir.
Es imposible ganar sin que otro pierda.
Me he arrepentido de haber hablado, pero nunca de haber guardado silencio.
Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
Nos interesan los demás cuando se interesan por nosotros.
El que es temido por muchos, debe temer a muchos.