El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace.
León Tolstoi
Habrá quien te dé, pero no quien te ruegue.
Te asusta el vacío, ¡y abres más los ojos!.
El oficio quita el vicio.
A veces conviene cerrar un ojo, pero no es prudente cerrar ambos a la vez.