Yo no escribo para agradar ni tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar
José Saramago
No está en nuestra mano carecer de pasiones, pero sí reinar sobre ellas.
Yo no pido que las cosas me salgan siempre bien pero estoy harto de perderte sin querer
Morir desilusionado es la mayor de las aflicciones
El ser humano que quiere alcanzar la perfección debe mantener la serenidad y la calma, sin permitir que una pasión o un deseo circunstancial se entrometa en su espíritu.