Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya.
Friedrich Nietzsche
Cuando inclino la cabeza para esconder una lágrima, estoy viviendo y muriendo lo que ordena la guitarra.
Carta echada, no puede ser retirada.
La audacia puede ser magia.
Bosque en verano. Del que penetra ni la más mínima huella.