Todos los asesinos son castigados a menos que maten a multitudes y con el sonido de las trompetas.
Voltaire
Tú pretendes meterme esa idea en la cabeza, pero te advierto que yo no tomo mis ideas de los demás
Le quedaban por conocer muchas noches en las que sucumbiría a mujeres que su avidez y el alcohol le harían juzgar deseables, para llevarse las manos a la cabeza al descubrir que se había metido en ...
Sabemos más de lo que hacemos.
En cada uno de estos lugares algo me ocurrió, en cada uno de estos lugares dejé un cuerpo muerto con los brazos extendidos. No era yo sino a mí mismo al que estaba dejando atrás.