El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
Albert Einstein
Hablar con mucha cortesía a veces conquista y otras empalaga.
No hay cosa que los humanos traten de conservar tanto, ni que administren tan mal, como su propia vida.
El hombre es un ser social cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena.
La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.