A nadie cuesta más que a aquel que mucho desea.
Santiago Ramón y Cajal
Hay tres maneras de arruinarse: las mujeres, el juego y los técnicos. La más placentera, las mujeres. La más rápida, el juego. Pero la más segura, los técnicos.
No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente.
Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.
La libertad no es poder actuar arbitrariamente sino la capacidad de hacerlo sensatamente.