El tiempo es ese juez insobornable que da y quita razones
José María García
Estar en el escenario en Nueva York es siempre emocionante porque te sientes como si fueras parte de la vida de la ciudad.
Nunca creí lo mucho que te quería hasta que un día pensé que te irías y que me quedaría sin lo más grande de mi vida.
En El mundo alucinante yo hablaba de un fraile que había pasado por varias prisiones sórdidas. Yo al entrar allí (el Morro), decidí que en lo adelante tendría más cuidado con lo que escribiera, ...
Y de todas las ideas, que cada uno tiene, hacemos un todo o, lo que es lo mismo, un ente de razón, al que llamamos entendimiento.