Cuando alcancé la sabiduría, ella me miró y dijo: "Ya me alcanza cualquiera".
Ernesto Esteban Echenique
La manzana podrida pierde a su compañía.
No hay cielo sin nubes, ni paraíso sin serpiente.
El arte nunca progresa, evoluciona.
Templanza y trabajo son los dos mejores custodios de la virtud.