Cuando estés triste porque tu ventana del alma está cerrada, grita mi nombre o murmura entre lágrimas, que si ahí estoy yo sabrás que la amistad ha llegado conmigo.
Si tu vida diaria parece pobre, no echarle la culpa, culpar a ti mismo que no eres poeta suficiente para suscitar sus riquezas, porque el Creador, no hay pobreza.
Yo creo que para ser escritor basta con tener algo que decir en frases propias o ajenas
En definitiva, se trata de un miedo al fracaso que me motiva.
Nunca el honor se perdió mientras duró el secreto