Incluso la paz se puede comprar a un precio demasiado alto.
Benjamin Franklin
A laurel ni a renombre aspiraremos, recompensa sin precio ni mudanza serán para nosotros ignorar el temor, deparar al hombre, y a nuestro corazón, la libertad.
Ser lento en dar es como negar.
Invisible es el ser que domina, invisible es la voz que guia.
Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben.