A los buenos, dios se los lleva; y a los malos aquí se quedan.
Refrán
Mi padre siempre me amparó por desgraciado y me tuvo un sitio en su corazón.
Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo.
La primavera la sangre altera.
Quien piensa a lo grande tiene que equivocarse a lo grande.