Se me abre una puerta, entro y me hallo con cien puertas cerradas.
Antonio Porchia
Solamente en los sueños somos libres. El resto del tiempo necesitamos el sueldo.
Formémonos una patria a toda costa y todo lo demás será tolerable.
No queda esperanza de remedio cuando los vicios se mudan en costumbres.
El único pecado mortal que conozco es el cinismo.