A la hora de la verdad, que es la de buscarse a sí mismo en lo objetivo, uno olvida todo y se dispone a no ser fiel más que a su propia sinceridad.
Gerardo Diego
¡Fuego, la mañana hace fuego y nos golpea los corazones! Levantémoslos arriba, siempre arriba.
Donde hay celos hay amor, donde hay viejos hay dolor.
De mis disparates de juventud lo que más pena me da no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos.
No tienes nada y me darías un mundo. Te debo un mundo.