La envidia es la polilla del talento.
Ramón de Campoamor
He dormido contigo y al despertar tu boca salida de tu sueño me dio el sabor de tierra, de agua marina, de algas, del fondo de tu vida, y recibí tu beso mojado por la aurora como si me llegara del m...
Contemplarme a mí mismo es como contemplar a todos los demás. Yo me observo a través de mi hijo también.. Lo más duro es enfrentarte a ti mismo.
Los nobles son como las patatas: todo lo bueno lo tienen bajo tierra
El hombre bueno no se considera maestro de los hombres, sino que les enseña; y el hombre que no es bueno estima como buenas las riquezas que de los hombres obtiene