Jean-Jacques Rousseau: Hay que tomar a los amigos con...

Pero qué nos importa la opinión de la gente fría siempre que nuestras almas, más ardientes y más nobles que las suyas, sepan disfrutar de lo que ellos no perciben.

Nada es más contrario a lo bello que lo repugnante, así como nada cae más por debajo de lo sublime que lo ridículo

Para causar un desastre cualquier rumor vale. (Ad calamitatem, quilibet rumor valet).

El ser verdaderamente cercano al corazón del hombre es tomar nuestra lección final en el volumen cerrado con candados de la desesperación.