Desde la edad de seis años, la mujer no crece más que en dimensiones.
Severo Catalina
Gracias le doy a la Virgen, gracias le doy al Señor, porque entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto ni mi voz como cantor.
En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte.
A quien Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos.
Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.