Sacha Guitry: ¡Dios mío, qué guapa estaba...

¡Dios mío, qué guapa estabas esta tarde cuando hablamos por teléfono!
Sacha Guitry
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Más frases

El hombre debe ser siempre flexible como la caña, no rígido como el cedro.

Tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto.

Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más espantoso de todo: es mi igual.

El hombre, por lo común, solo sabe reconocer su felicidad en la medida de la desgracia que ha experimentado.