...son demasiado severos, tanto consigo mismos como con los demás, quienes mantienen que los deseos primarios de la voluntad, aunque controlados por el temor de Dios, son pecado.
Thomas Hobbes
Se gana la atención aquel que concluye todo lo que se propone
Si todo el mundo hiciera lo que puede, el mundo sería, con certeza mejor.
Ahora bien, como no poseemos ningún libro que contenga ese pacto de Moisés y, a la vez, el pacto de Josué, es necesario conceder que dicho libro se perdío.
El miedo lo vuelve a uno supersticioso.