Quien busque la injusticia no necesitará lámpara
Georg Christoph Lichtenberg
Si la vida humana no tiene precio, actuamos siempre como si algo sobrepasara en valor la vida humana… pero, ¿qué?
Solo una cosa me molestaría: mi propio desprecio. Pero, naturalmente, no me puedo escupir a la cara*
La oscuridad no existe, la oscuridad es en realidad ausencia de luz
Dios me ama más que yo a mí mismo