Las cuatro condiciones para la felicidad: el amor de una mujer, la vida al aire libre, la ausencia de toda ambición y la creación de una belleza nueva
Edgar Allan Poe
En los campos de concentración, descubrimos todo este universo en el que todo el mundo tenía su lugar. El asesino vino a matar, y las víctimas llegaron a morir.
La batalla por los derechos individuales de las mujeres es uno de larga data y ninguno de nosotros debería tolerar nada que socava.
No es natural que una mayoría gobierne, una mayoría rara vez puede organizarse y unirse para una acción específica, en cambio, una minoría sí puede.
Lo cierto es que creer en Dios es hoy, ante todo y sobre todo, para los creyentes intelectuales, querer que Dios exista.