Ten la apariencia de una flor inocente; pero sé la serpiente que acecha debajo.
William Shakespeare
Todos nos transformaríamos sin nos atreviéramos a ser lo que somos.
El honor no es propiedad exclusiva de ningún partido político.
El hombre más feo, más débil, el hombre más indigno ha de triunfar por fuerza, si está dispuesto a dar hasta la última gota de su sangre. Ninguna mujer puede rechazar el don del amor absoluto.
La opinión de los viejos en materia de arte no tiene ningún valor.