Si un hombre me retase en alguna ocasión, me lo llevaría con amabilidad y misericordiosamente de la mano a un lugar tranquilo para después matarlo
Mark Twain
Bienaventurados los que presumen de sus redaños porque tendrán ocasiones para demostrarlo
... la felicidad es el deseo de repetir.
Mi éxito es amable, discreto, ni presuntuoso ni avasallador
Me enamoré de la idea de que una vida humana podría ser un conducto sacerdotal, un nexo de unión entre la tierra y el cielo. Cuando crecí y tropecé y, lo más importante, empecé a amar y ser ama...