...De este yo depende la conciencia; él gobernará los accesos a la motilidad, vale decir: a la descarga de las excitaciones en el mundo exterior.
Sigmund Freud
Parece que el caos de este mundo se está acelerando, pero también lo es la belleza en la conciencia de cada vez más personas.
Durante la guerra, un Estado no debe admitir que las hostilidades revistan tal carácter que hagan imposible la confianza recíproca en una paz posterior
Le exploto el regalo del pitufo bromista
Yo era bueno y cariñoso; el sufrimiento me ha envilecido. Concededme la felicidad, y volveré a ser virtuoso.