Dícese con poca propiedad que el aburrimiento es un mal común. Podrá ser común el estar desocupado u ocioso, pero no aburrido. El fastidio no cabe sino en aquellos que no tienen espíritu
Giacomo Leopardi
Desde una ingenua simplicidad se llega a la más profunda sencillez.
Desciende, desciende a estos intersticios colma este cántaro riega la flor que innumerable se teje entre mi traje.
A partir de mañana comenzarás el primer día del resto de tu vida.
La conciencia del amor propio está tan profundamente arraigada en las cosas más elevadas y más espirituales, que no puede arrancarse ni viviendo en un campo de concentración.