Los que dejan al rey errar a sabiendas, merecen pena como traidores.
Alfonso X el Sabio
Absurdo sería pedir al cálculo lo que puede dar la abnegación.
A menos que haya complicaciones, está a punto de morir.
Todos somos fragmentos no solo del hombre en general, sino de nosotros mismos.
Todo el que intenta salvar a otra persona con la mentira de un amor sin límite arroja una sombra al rostro de Dios.