Los poetas mexicanos (supongo que los poetas en general) detestan que se les recuerde su ignorancia.
Roberto Bolaño
Cuando nos abrimos,
tú a mí y yo a ti,
cuando nos sumergimos,
tú en mí y yo en ti,
cuando nos olvidamos,
tú en mí y yo en ti.
Sólo entonces,
yo soy yo y tú eres tú...
Quería volver a ver la plaza de Ljubljana, sentir odio y amor, desesperación y tedio, todas esas cosas sencillas y banales que forman parte de lo cotidiano y dan sabor a la existencia.
Dios es una especie de rueda que mueve todo, pero que ella misma no se mueve.
El dolor es un camino solitario.