Las mejores palabras de amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Jaime Sabines
María, cuya dulzura es igual a su poder, y cuyo poder no conoce límites, es nuestra Madre.
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siemp...
Demostraré en él que el mayor de los males humanos, que la más destructiva y horrible máquina entre todas las inventadas por el hombre, es la ley no objetiva...
¿Le doy miedo a la gente? A lo mejor un poco. La otra semana, tenía problemas con mi novia y me senté en frente del armario y empecé a darle golpes con la cabeza hasta que empecé a ver borroso.