Es imposible que haya creencias donde no hay creyentes...
Manuel Zeno Gandia
Es una historia vieja que siempre sigue siendo nueva y, a quien le pasa, el corazón se le parte en dos.
Y al final dejó el horror de esta vida para entrar en el horror de la muerte.
En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su herma...
El guiar al pueblo no es cosa de un hombre culto ni de buenos principios, sino de un ignorante y bellaco" (Los caballeros, 424 aC)