No hay en el mundo señorío como la libertad del corazón.
Baltasar Gracián
En las amarguras desearéis la dulzura, y en la guerra, la paz.
La cualidad indispensable para un buen cocinero es la puntualidad, pero es también la de los invitados.
Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia.
No es el trabajo lo que envilece, sino la ociocidad.