¡No quiero morir todavía! ¡Aún me duele la cabeza, estaré de mal humor y no lo disfrutaré!
Douglas Adams
... está muy cansada de sentirse agradecida con la gente.
Había entrado en la cocina para buscar un ángulo de tiro y murió sin darse cuenta, como si el movimiento de ir hacia la luz de la ventana lo hubiera sacado del mundo".
Yo en cambio llevaba un infierno dentro de mi, y nadie podría arrancarlo jamás
Las pulgas de aquel perro estaban tan bien organizadas, que cuando llegaba una nueva, la mandaban a la cola.