Su misma superioridad lo perdió
Isaac Asimov
Que seas inteligente no significa que no seas estúpido.
Si todo ha sido programado, nada puede obedecer a la casualidad.
El hombre que sabe debe desempeñar una función. El que no sabe, no puede atribuirse una a sí mismo; sólo puede tratar de hacerlo.
Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.