Aquí la eternidad que fue un instante.
Enrique Bunbury
Las faltas de los demás no justifican las nuestras.
Cuando el Estado no logra prácticamente ninguna centralización política, la sociedad, tarde o temprano, llega al caos
Doy mi alma a Jesucristo.
Dimitri no dijo nada cuando fue su turno, pero como siempre, sus ojos hablaban por él.